lunes, 20 de julio de 2015

Nacionalismos de izquierdas

Hay quien dice que no se puede ser nacionalista y de izquierdas. Bien, por poner un ejemplo:

"la victoria del proletariado sobre la burguesía es al mismo tiempo la victoria sobre las rivalidades nacionales que actualmente oponen a unos pueblos contra otros. La victoria del proletariado sobre la burguesía es al mismo tiempo la señal de la emancipación de todas las naciones oprimidas" Karl Marx.

Emancipación de las naciones oprimidas. Cuando el nacionalismo se postula como la voluntad de un pueblo de emanciparse, de gobernarse a si mismo, pero sin olvidar los lazos que nos unen con otros pueblos, estamos entendiendo el nacionalismo como un concepto de izquierdas.

Sin embargo, cuando entendemos el nacionalismo como la supremacía de una nación, como el ensalzamiento de sus virtudes, estamos entendiendo el nacionalismo como un concepto de derechas. Ese es el nacionalismo de banderas, el de los patriotas, el de la nación por encima de todo, sin importar el como.

El debate sobre la relación entre nacionalismo e izquerdas, es muy antiguo, así por ejemplo, en el consejo de Londres de 1896 de la Internacional Socialista se aprobó la siguiente resolución:

”El Congreso se pronuncia por el derecho absoluto de todas las naciones a disponer de sus destinos y expresa su simpatía por los obreros de todos los países que sufren actualmente el yugo del absolutismo militar o nacional. El congreso invita a los obreros de todos estos países a entrar en las filas de los obreros conscientes de todo el mundo, a fin de luchar junto con ellos por la supresión del capitalismo internacional y la realización de los objetivos perseguidos por la socialdemocracia.”

Como vemos, el nacionalismo tiene un fuerte componente revolucionario, y siempre ha sido una fuente de interés para la izquierda.

Siendo prácticos, en el caso que tenemos candente en la política actual, es decir la cuestión nacional catalana, debería de ser de especial interés para la izquierda tener un papel predominante en el movimiento de emancipación nacional, ya que, al tratarse de un movimiento de masas, la izquierda revolucionaria debería de canalizar este movimiento para conseguir, no sólo la emancipación de Catalunya como nación, sino el empoderamiento de las clases populares catalanas, siempre sin olvidar la lucha internacionalista, ni la solidaridad entre pueblos.

Este, como ya he dicho antes, no es un debate nuevo, por ejemplo, en un artículo publicado en el Leviatán n. 5 en septiembre de 1934, redactado por Andreu Nin podemos leer:

"el movimiento nacional de Cataluña, por su contenido y por la participación de las masas populares, es, en el momento actual, un factor revolucionario de primer orden, que contribuye poderosamente, con el movimiento obrero, a contener el avance victorioso de la reacción. De aquí se deduce claramente la actitud que ha de adoptar ante el mismo el proletariado revolucionario:
l.° Sostener activamente el movimiento de emancipación nacional de Cataluña, oponiéndose enérgicamente a toda tentativa de ataque por parte de la reacción.
2.° Defender el derecho indiscutible de Cataluña a disponer libremente de sus destinos, sin excluir el de separarse del estado español, si ésta es su voluntad.
3.° Considerar la proclamación de la República catalana como un acto de enorme trascendencia revolucionaria; y
4.° Enarbolar la bandera de la República catalana, con el fin de desplazar de la dirección del movimiento a la pequeña burguesía indecisa y claudicante, que prepara el terreno a la victoria de la contrarrevolución, y hacer de la Cataluña emancipada del yugo español el primer paso hacia la Unión de Repúblicas Socialistas de Iberia."

Ya en tiempos de la II República, era de especial interés para la izquierda canalizar el nacionalismo catalán para conseguir, no sólo el empoderamiento nacional, sino también el empoderamiento ciudadano, como una pieza más en la lucha global que nos tiene que llevar al empoderamiento de las clases populares en todas las naciones.

Por eso siempre insisto en que la independencia de Catalunya debe ser de izquierdas, ya que el nacionalismo burgués, el de las élites, el del 1%, no nos lleva a la verdadera independencia, sino al cambio de poder entre burgueses de diferentes naciones.

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